Tumbaron lo que salió de esas reuniones del Comité Político del 3 de marzo y del 8 de junio. ¿Por qué? Porque se pasaron el debido proceso por alto y dejaron en el aire la democracia interna del partido. Y aunque es una medida provisional, por lo que se ve, la cosa va para largo… y puede que la decisión final sea aún más fuerte.
Esto no es un relajo, es una señal seria. Es el momento de que el PLD se pare en dos patas y se mire pa’ dentro. Ya está bueno de pleitos y de querer imponer a la mala.
Tenemos un partido con muchas cabezas pensantes: Francisco Domínguez Brito, Abel Martínez, Margarita Cedeño, Charlie Mariotti, Juan Ariel Jiménez… cada quien con su estilo, con su historia, con su aporte. Y si no aprendemos a escucharnos entre nosotros mismos, ¿cómo vamos a pretender que el pueblo nos escuche?
Y ojo, el lío entre Abel y Francisco Javier no está ayudando en nada. Esa rivalidad lo que hace es dividir más, y le quita fuerza a un PLD que necesita estar más unido que nunca si quiere competir en serio. Si seguimos con ese dime y te diré, nos vamos a quedar peleando entre nosotros mientras los demás se organizan.
Ahora toca buscar gente y opciones que bajen las tensiones, que conecten con todo el mundo dentro del partido y que nos permitan presentarnos afuera como una fuerza real. Porque esto ya no va de egos ni de grupos, va de si el PLD puede volver a ser esperanza para este país.
El momento es ahora. O nos unimos, o nos vamos quedando en el pasado.
Ilianov Méndez
